Oda a la cebolla
Tú, hortaliza que sales de la tierra
Y acompañas a cualquier plato suculento.
Todos evitamos cortarte ya que dejas
Caer nuestras lágrimas en el rostro.
Pero nadie sabe que esas lágrimas son las tuyas,
Que en las encierras en tus gruesas y hermosas capas
Que tapan tu humilde corazón.
¿Qué sería de ti un potaje? ¿O un gofio
Escaldado?
Eres vital en nuestra dieta más que
Cualquier otra compañera tuya.
Además, no entiendo por qué
Te evitamos si cuando estamos
Enfermos queremos que nos eches una mano.
Oh, cebolla, cebolla,
¿Piensas que los cocineros
Podrían crear platos sin ti?
Aunque les dejes llorar, él sigue poniéndote
En sus menús.
Así que formas parte del mundo
Confía en ti y abre tus capas de dolor.
¡Oh, cebolla, cebolla!
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