¨ Amores incomprendidos ¨ Desirée Suárez, Moisés García.

 En aquel sueño de amor dormido de pensamientos
te miras al espejo con tu melena al viento
mi cara de pasión se sonroja al verte
y tu aliento en mi cuello lleno de dolor
alrededor de un jardín, rodeada de flor.
Y miedo tengo yo al pensar solo de perderte.
 
Serás tu lo que quizás me ayude a respirar
la que por las mañanas despierte en este mar
mi camino hacia el aroma de aquella montaña.
Tu , mi amor , mi dulce , agria , y amargada condena
por tenerte entre mis brazos, sufrir esta pena.
Todo lo que por ti hago, sabiendo que me engañas.
 
Contigo me identifico, eres mi alma gemela
quieres mi calma y tal vez es lo que me camela.
Grito al saber que la vida es injusta contigo,
lloro al saber que la vida es injusta contigo,
me enveneno por que no te saben cuidar igual,
tu eres lo que necesito y siento morir vivo.
 
Contagiosa sonrisa la que llevas al lugar
y cuando te ven, de ti nadie quiere escapar.
La luz de tus ojos me dan fuerzas para seguir,
pero caí y rompí el suelo con este, mi dolor,
a pesar de todo seguí y te pedí perdón
por amarte más que nadie y no dejar de sufrir.
 
Si por mi fuera nunca jamás te dejaría
pero dentro, mi conciencia no descansaría,
por que aunque me hagas sufrir, no puedo remediarlo,
mi corazón late como acaba una cascada
llena de sangre recorriendo nuestra mirada
y nuestro amor tan oscuro de dolor, premiarlo.

Graciela Ojeda Jiménez , Marta Martín Jiménez

ETERNAMENTE CONECTADOS 

Piel blanca y ojos apagados

pelo negro liso y manos delicadas,

rozando las piezas del piano deslucidas

sonaba una pieza un tanto conocida

aparentemente de carácter presbítero

pero en su interior sonaba sugestiva.

 

Su pelo se movió y sus manos se pararon

alguien la tocó y al instante sus miradas se enlazaron

sus labios se acercaban y sus manos deslizaban,

la puerta de abrió y alguien les interrumpió

ella avergonzada , su piel la delataba

el hombre fue echado y tachado de desviado .

 

El ardor no cesaba y sus labio se llamaban

sus ojos azules y sus cuerpo esbelto ella recordaba,

su pelo negro y sus manos pálidas el recordaba,

ella no veía el sol, el no veía la noche

juntos hacían el día , con una pasión que ellos solo sabían

el ardor seguía sin cesar y ellos no dejaban de pensar.

 

Una noche con la luna iluminada ella se escapaba

el desesperando en una fuente anticuada

soñaba con la noche que tanto esperaba

ella corriendo soñaba con su aliento

cuando se unieron sus manos temblaron

y sus cuerpos eternamente fueron conectados. 

María

María, tu nombre es poesía,
vives en mi día a día,
eres una blanca flor con ese candor,
eres como un sol que alumbra mi corazón.


Oh María, me alumbra tu mirada fría,
tu cuerpo tiene un descontrol,
que a mi me atrae montón,
María me gustas más cada día.


María, si por mi fuese me escaparía,
a un lugar donde la noche no es fría,
donde el sexo es armonía ,
y tu cuerpo la tentación de todos los días.


oh amada mía,
que por ti yo haría ,
con un mirador que tenga una cama vacía.


Es verte y siento mi corazón,
un latido inmenso que roba mi atención,
para mi tu eres mi mayor atracción.

Oh María, perfecta amada mía que te
veo y me enamoras con tu sonrisa, 
eres una bella poesía que me roba los días,
las mañanas y las noches.

Yaritza Molina Calero
Adrián Martín Morchón
Brayan Candelaria