Venid con vuestras jaulas y cadenas,
venid con vuestros golpes de revés,
venid con vuestras reglas obsoletas
a atrapar mi alma inaprehensible.
Mi espíritu es un viento huracanado,
mi ser es una llama inextinguible,
mi fuerza es un torrente desbordado,
mi ánimo una ola que no rompe.
Podréis encerrarme bajo llave,
podréis derribarme la moral,
podréis las acciones limitarme,
pero no mis ansias de libertad.
No podéis matar mis ideales,
ni mis pensamientos transformar,
mi mente es libre como el aire,
finalmente ha de escapar.