Para que tú me oigas
mis palabras
se desviste la lluvia.
Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos,
como las huellas de las gaviotas en las playas,
y desvía las flechas latientes de los pájaros,
sola en lo solitario de esta hora de muertes.
Collar, cascabel ebrio
lunar, solar, ardiente y frío, repentino.
Diciendo ¿qué palabras?
Nicolle Nieto y José Juan Martel.
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