La niña y el mar.
Me gusta el movimiento
perenne de las olas
que parecen niños que en una ecuación,
los unos con los otros buscan diversión
y juegan a las bolas.
Yo también fui niña y quise jugar
bajo la luz preciosa de un clima veraniego
locura de niña que solo piensa en juego
inocente amiga del terrible mar.
Yo empecé a gozar romances y baños,
era demasiado el tesoro que había
y resultó pequeña mi ingenua alcancía
con una dimensión de solo trece años.
Traicionera tormenta escondida venía,
mi amorosa y bella ola se rompió
y mi alma vaciada pronto se llenó
con el agua con sal, que la traición traía.
Las nubes del recuerdo me quieren mojar
porque era tan rica y me quedé tan pobre
me brota por los ojos un agua tan salobre
como el agua del mar.
Vaya que inocencia, no saber las olas
cuando hay una niña que está llorando a solas
vaya que pobreza, la naturaleza
Me sabe a tristeza
cuando miro al mar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.