Lorena Cubas Mendoza
2ºE
LA GATITA PATINADORA
Érase una vez una gatita que adoraba el invierno. Todos los años esperaba ansiosa que llegara para salir y patinar sobre el hielo. Soñaba con ser una patinadora famosa a nivel mundial. Pero lo que más deseaba era patinar en el Polo Norte. Este año había decidido viajar para lograr su sueño. Llegó el invierno. La gatita se puso ropa calentita y se dispuso a viajar. Salió de su casa temprano y cuando llevaba unas horas caminando se encontró con una patita y sus crías. Hablaron y hablaron. La gatita le explicó a la patita a dónde iba y esta quiso acompañarla. Así que al día siguiente la gatita, la patita y sus crías se pusieron en marcha. Hacía mucho frío por lo que se llevaron termos llenos de leche con colacao y tazas para beber. Además, la patita tenía una taza mágica que hablaba así que ya eran cuatro los que se dispusieron a viajar al Polo Norte: la gatita, la patita y sus crías y la taza mágica. Después de caminar durante varias semanas por fin llegaron al ansiado destino. Montañas de hielo ascendían hasta el cielo y glaciares e icebergs componían el océano. La gatita estaba muy contenta pues podía patinar todo lo que quería. De pronto, apareció un ser que los viajeros no conocían se acercó a ellos y se presentó como Teseo el pingüino. Este les llevó al lugar donde vivían todos los pingüinos y se hicieron todos muy amigos. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
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